"Las experiencias traumáticas en la infancia dejan marca en los vasos sanguíneos"
Según un estudio realizado por la Universidad de Alabama, División de Nefrología y Medicina Cardiorrenal. Los adultos jóvenes con alguna experiencia traumática en la niñez tienen signos de alteraciones vasculares que los jóvenes sin un pasado traumático.
Esto sugiere que el estrés temprano eleva el riesgo de desarrollar enfermedad vascular en los años por venir al alterar la función vascular y la presión de un modo que se puede detectar durante la juventud.
Aumenta la presión, la contracción vascular y la rigidez de las paredes vasculares. Todo esto está relacionado con experiencias traumáticas en la niñez como: disfuncionalidad en el hogar, abandono y el abuso.
Los investigadores se concentraron en los marcadores de salud vascular como: la presión, la expulsión cardíaca de la sangre, el pulso y los valores de endotelina-1 una proteína que hace que los vasos sanguíneos se contraigan y que aumenten la presión.
Es recomendable, pedir ayuda psicológica además, es necesaria la vigilancia nutricional en los niños y adolescentes que están pasando por este tipo de situaciones, para prevenir los trastarnos alimenticios que están ligados a la depresión.
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